jueves, 5 de diciembre de 2013

Geografía

Skagerrak y Kattegat
Bering Magallanes Dardanelos
Otranto Tsugaru Gibraltar
Bonifacio Øresund
Bósforo Panamá
Esta extraña letanía
Entre mis dientes
Y los brazos de agua
Que conectan
Lagos mares u océanos

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Kraken

En mi cuerpo
anida un bicho
que intuyo en mi mirar.
Si lo busco me evade
y al nombrarlo se marchita.
Abrázame Kraken de lo profundo,
quizás así acepte
mi objetivo único:
vos la paz del mundo
yo la carne de esa paz.

domingo, 25 de agosto de 2013

Atardecer

La luz se escurre por la ventana, tarde sin nombre, sin gritos ni añoranzas . Nubes que piden lluvia pero su parto no comienza. Hay un grito en el aire una tensión lenta. Allá el sol se intenta acostar entre cuatro edificios y una nube preñada.
Poco a poco unos rayos de luz que son espadas de fuego lenguas encendidas van tomando los cuerpos que tocan, empieza una danza de música invisible, un mar de luz dorada se forma en el cielo, el gris de las nubes no quiere ceder la supremacía del color.
Nosotras venimos de esa tierra , dicen. Los ríos verdes que sangran sus cauces al mar, las gotas de Rocío que tiemblan en el musgo, la saliva que escupe el
Borracho, la lágrima que anida en el corazón del mundo, toda esa agua somos nosotras. Montañas sin peso embarazadas de vida.
Todo ese gris somos nosotros, la lágrima que baja por la mejilla se ilumina con una lengua de ese sol que atraviesa la ventana, el sol quema mi pupila, estalla como en flor su juego de colores, la nube antes gris es ánfora dorada que gota a gota muere para que esto viva.
Perfiles asombrosos anuncios de otros mundos, el sol, las nubes y el atardecer. Haces de luz que me tocan desde adentro, que me hacen estallar en colores que no conozco.
Es esa la alegría de la despedida? Es eso el dolor bello que sigue a la muerte?
El paso majestuoso con que el sol se despide, acaso no es lo mismo cuando cada noche caigo dormido.
Ahora un cachito de luz es lo único que esas nubes de mi tierra vivas, cansadas, llenas, pesadas dejan pasar. La música de su baile se ralentizó más, el dorado empieza a ceder, un leve tono rojo empieza a pintar. Ese rojo es la pasión que llevan en su pecho, lo leo en una nube, la más lejana la que tiene menos forma. Lograron tapar al sol usaron una forma como un hongo gigante. Hiroshima Nagasaki, con razón el
Rojo, con razón la lágrima que tiembla en mi rostro.
Como un manto bordado de luciérnagas la luz se escapa a los lados. De norte a sur el sol grita como un ahogado, su sonido es luz amor y auxilio.
Allá por detrás donde se recorta la montaña un pedazo celeste del cielo se asoma. Que no es cielo ni es azul, lástima que no sea verdad tanta belleza cantó Argensola en los mil quinientos.
Qué es la verdad entonces señor muerto? No es verdad que estas nubes intentan defender aquello que pienso es real en mí?. Mi dolor mis penas, estas lágrimas que he ido atesorando poco a poco, montón por montón. Acaso no somos eso, un muestrario de heridas que nos han dado forma, el contenido está tapado, como esas nubes esconden al sol.
Entonces ese cielo que no es cielo ni es azul encierra la verdad que siempre he buscado en mi pecho, la verdad de ese sol que se acerca al horizonte, la verdad de ese edificio que se quiere empapar de inmortalidad al tocarlo, la verdad de esa nube que arrastra los pesos de las aguas.
Este atardecer con sus silencios mágicos también sucede en mi corazón. Mañana será un nuevo día.

jueves, 15 de agosto de 2013

Neblina

La neblina pasa por el balcón
La luz del poste la tiñe sepia
Mar de óxido que esconde la calle
Criatura del aire en penitencia de suelo
A Icaro le quemó las alas llegar al cielo
A esta nube parece que tocar la tierra la manchó de sangre
Avanza lenta y confiada hacia su muerte en la otra esquina
No fue en vano su visita

viernes, 28 de junio de 2013

Plan B

Montañas escarpadas
Rocas filosas
La sombra de un pájaro
Cruza mis pasos
La conquista del corazón
Ha comenzado

domingo, 16 de junio de 2013

El Cabo Mora

Con 17 años y su rebeldía a cuestas Bernardo Mora tomó su mochila y se fue a la guerra. Era enero de 1955 y con la "Compañía Mario Charpentier" el soldado número 152 empezó su marcha.
Partieron a Cinchona para hacer un tapón que evitara el avance sedicioso que ya venía por Ciudad Quesada. Durmieron en sus trincheras y al día siguiente las órdenes los enviaron hacia la Hacienda Santa Rosa, lugar donde se dio la batalla principal y decisiva en esta guerra.
En San José mi abuelo Hernán Mora calaba profundas bocanadas de su pipa y golpeaba la mesa con mucho enojo para disfrazar su miedo. Amaba a sus hijos y esperaba de ellos una vida más académica que aventurera, su hijo Bernardo Jorge de Jesús nunca le daría ese gusto.
En la hacienda recibe mi padre el apodo que lo acompañaría toda su vida "Cabo Mora". Ahí le tocó matar y ver morir, el horror de esos fratricidios los llevaba escondidos bajo su gruesa piel.
Detrás de un árbol se protegía e intentaba avanzar bajo el fuego enemigo, una granada explotó cerca de él y papá cayó al suelo.
Mi abuela, sus padres, su hermana y otros familiares organizaron una sesión espiritista para tener noticias sobre su hijo, sobrino y nieto. La médium su prima entró en trance y vio claramente el cuerpo de mi padre volver a casa en el camión de los muertos. Estela Corrales mi abuela respiró hondo y se abrazó a su hermana.
Cabo Mora volvió en sí en la vagoneta que cargaba los muertos hacia Liberia. Un brazo quebrado y heridas de la metralla. Aún hoy recuerdo esas cicatrices, manchas azules como lunares malditos escociendo su piel. Es como lo quiero imaginar, sentado sobre muertos que fueron sus amigos y compañeros. Su cara en alto, los ojos rojos, su brazo bueno levantado en sonrisa, la boca entreabierta sin palabras y su brazo herido apuntando al horror. Gracias Cabito

domingo, 19 de mayo de 2013

La Felicidad

Para saber sí en la vida hay coherencia entre lo que se piensa, lo que se siente y como se actúa basta con ver cuanta resistencia encuentra uno para ser feliz dondequiera que esté y en todos los ámbitos en que se desenvuelve, mientras menos fluidos sean nuestros movimientos se hace más clara la desconexión.
El ser feliz es nuestro estado natural y no depende en lo absoluto de nuestra relación con agentes externos. Podemos experimentar dolor, ira, impotencia, rabia, placer, gozo y cualquier otro sentimiento ante lo que sea que estemos viviendo. Pero estos pasan y dejan una huella en el cuerpo que nos toca seguir y entender, nada más. Si seguimos viviendo el sentimiento quiere decir que pasamos ese sentir al mundo de la cabeza, dándole el poder de enjuiciar y decidir si es malo o es bueno. En una balanza quedan las posibilidades de ser feliz. A merced de aquello que haya aprendido que es bueno y que es malo, que es blanco o es negro, lo feo y lo bonito. Un mundo maniqueo y egoísta que siempre pone al otro afuera de uno, separado. Yo y usted, yo y el universo. Eso es estar desconectado.
La cabeza debe girar alrededor del corazón no al revés. Lo que la cabeza percibe el corazón debe sentirlo y el cuerpo actuarlo, eso solamente se puede lograr en el mismo instante que sucede, no antes ni después, no ayer ni mañana. Sucede sólo en el momento eterno de presencia que somos.
Dios es ese instante, la felicidad es su gracia.

domingo, 17 de febrero de 2013

El borracho

Un hombre en la calle
Alza un saco negro,
Me mira en los ojos
Y con voz de borracho
Me dice:
Que Dios le acompañe.
A usted también señor
Le logré decir
Y su deseo quedó en mi pecho.

Como usted
Yo también camino
Por calles oscuras
Y ensucio mi templo
Sepa señor borracho
Que en sus palabras
Iba la llave
De nuestro secreto
Mejor guardado.

El nombre de Dios
Se asomó un instante
Y dijo
Santificado sos
Porque vienes de lo perfecto,
Perdona tus pecados
nada está en juicio,
Recupera tu voluntad
que es divina,
Así
La vida es alabanza
Y tu muerte perfección.


lunes, 4 de febrero de 2013

SIMPLE

Mientras más profundo busco
Más simple es la respuesta
Lo único que importa es el amor
Lo simple es verdad despojada
La mente pinta de cliché
Lo que ha sido muy repetido
Pero hay un gozo en esa simpleza
Que no es dicho con palabras
Y al estar en todos los niveles
Corta el corazón más endurecido
Agradecer haber nacido
Es rezar con la vida misma