Un hombre en la calle
Alza un saco negro,
Me mira en los ojos
Y con voz de borracho
Me dice:
Que Dios le acompañe.
A usted también señor
Le logré decir
Y su deseo quedó en mi pecho.
Como usted
Yo también camino
Por calles oscuras
Y ensucio mi templo
Sepa señor borracho
Que en sus palabras
Iba la llave
De nuestro secreto
Mejor guardado.
El nombre de Dios
Se asomó un instante
Y dijo
Santificado sos
Porque vienes de lo perfecto,
Perdona tus pecados
nada está en juicio,
Recupera tu voluntad
que es divina,
Así
La vida es alabanza
Y tu muerte perfección.
domingo, 17 de febrero de 2013
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