miércoles, 4 de abril de 2012

amor y política

Salen del gobierno el Ministro de Hacienda y el Director de Tributación. Tenían que irse, está claro; no puede cobrar impuestos alguien que no está al día con los suyos y menos aún el otro ser ministro de hacienda y no tener sus propiedades bajo el orden estricto de la ley. Son ambos errores inexcusables, como dijera uno de ellos; predicar sin el ejemplo lo es. La Presidente Laura dice que como ellos ya no trabajan para el gobierno, le toca a otros indagar sobre esos actos; declaraciones que la hacen ver como si no tuviera la estatura moral que dice tener. Parecieran golpes al plan fiscal, al gobierno, a la percepción que teníamos de nosotros mismos. Un capítulo más de la novela de ficción que es este país, cualquier país. Como todos me preocupo por el rumbo del país, por la falta de decisiones, por la lentitud, por la corrupción etc. y siempre al igual que la mayoría pienso que yo sí tengo la estatura moral para señalar, pero no la tengo. Yo debo impuestos, he empleado a gente en negro, he sido empleado en negro, estoy atrasado en mis pagos, trato de trabajar lo menos posible y muchos etcéteras. Bajo el esquema de sociedad que nos hemos dibujado no soy un modelo y pienso que la gran mayoría tampoco lo es. Puedo ver mis comportamientos individuales, mis actos, mis palabras; ver mi pecado, reconocer el pecado en los demás y entender que yo espero que mi país tenga un rumbo cierto cuando yo no lo tengo. Es lamentable ciertamente que los políticos no sean probos y que la presidenta no pueda señalarlos, pero ellos son exactamente el reflejo de lo que somos individualmente, el gobierno es la suma de nuestras faltas y de virtudes, comportamientos y actos, nuestra sociedad lo es. Este examen de consciencia tiene la virtud de mostrar que tenemos poder, el poder de cambiar nosotros para que la sociedad cambie. Tendremos muchos políticos más en el camino, mejores o peores, pero inevitablemente nuestras acciones, nuestros pensamientos irán moldeando algo, algo que desconozco, algo que logre en algún momento ser una opción más inclusiva, lógica, respetuosa y amorosa que cualquiera de los métodos para vivir en sociedad que hemos inventado. Una opción cuya existencia anule a todas las otras. La política enfrenta una crisis más profunda de lo que ella puede ver, ninguna de sus teorías o ideologías han escapado de su marco de referencia. Un marco en el que es el miedo más que el amor el que da forma a todas nuestras relaciones. Inventamos un lugar en el que hay buenos y malos, ricos y pobres, sucios y limpios, siempre tironeados hacia algún extremo. No debe ser difícil imaginar que si en vez de vivir en el miedo vivimos en el amor, logremos ver más allá de las etiquetas que nos separan y nos reconozcamos todos como hermanos, donde tu beneficio es el mío y tu perdida también. Cuando eso suceda la tierra será el paraíso, mientras tanto sonrío en mi camino y hago lo mejor que puedo para identificar lo que para mí es el amor y buscar vivir en el.